Cuando a una persona se le diagnostica con tumores espinales, de inmediato surgen muchas dudas, dentro de las que se destaca el tratamiento para la columna vertebral adecuado para los tumores espinales, al igual que en otras partes del cuerpo, los tumores y quistes también se pueden desarrollar en toda la zona de la columna vertebral, los hay benignos y malignos. En esta ocasión, en el blog de la Columna Vertebral encontrarán la primera parte sobre los tumores, primero enfocándonos en la categoría de los benignos y en un próximo artículo pueden informarse sobre los tumores malignos. Pero de cualquier manera les compartimos nuestro teléfono del consultorio para atender personalmente aquellas dudas que no se hayan resuelto: (477) 716 2402 y (477) 461 2018. ¡Estamos para servirles! Nuestra misión es el bienestar de su columna vertebral.
¿Qué es un tumor vertebral?
La espina dorsal está compuesta por pequeños huesos, es decir, vértebras, apilados unos sobre otros, que encierran y protegen la médula espinal y sus raíces nerviosas, hablar de un tumor vertebral es referirse a un tipo de tumor espinal que afecta los huesos o vértebras de la columna, los tumores vertebrales se clasifican de acuerdo a su ubicación en la espina dorsal y también se conocen como tumores extradurales, debido a que se manifiestan fuera de la médula espinal.
Aquellos tumores espinales que comienzan dentro de la médula espinal o en el recubrimiento de la médula espinal, se conocen como tumores de la médula espinal, los tumores que afectan las vértebras por lo general se extienden (metastatizan) desde algún cáncer en otra parte del cuerpo., los tumores óseos primarios de columna, son menos frecuentes que la metástasis y el mieloma múltiple.
Basándose en la edad del paciente, el patrón radiológico y la topografía del tumor, puede establecerse un diagnóstico diferencial muy aproximado de una lesión ósea vertebral. Si se excluyen las metástasis óseas, el mieloma múltiple, el linfoma, los hemangiomas y las enostosis, solo ocho tipos de tumores representan el 80% de todos los tumores vertebrales. Estos son: el cordoma, osteoblastoma, cordrosarcoma, tumor de células gigantes, osteoma osteoide, osteosarcoma, sarcoma de Ewing y el quiste óseo aneurismático.
Los síntomas de los tumores espinales
Uno de los primeros síntomas de un tumor espinal – y aquel que lleva a la mayoría de los pacientes a consultar al médico – se describe como un dolor “no mecánico” de espalda. Este tipo de dolor no mecánico de espalda es diferente del que se conoce como el más frecuente, el dolor mecánico de espalda. El dolor mecánico, causado por tensiones en los músculos o daños en los discos, generalmente empeora con actividades como sentarse, reclinarse o caminar y mejora con descanso o reposo, mientras que el dolor no mecánico de espalda es constante y no mejora con descanso o reposo. Otros síntomas pueden ser: ciática, entumecimiento, parálisis parcial, deformidad espinal, dificultad en el control vesical, fiebre.
Los siguientes son los tumores conocidos como benignos:
- Quiste aneurismal de hueso: Se trata de quistes que son tratados como tumores y que contiene sangre en su interior. Aparecen más frecuentemente en la parte posterior de la columna lumbar. Se presentan con mayor frecuencia en mujeres y la mayoría son descubiertos cuando el paciente es adolescente o está en la tercera década de su vida, uno de los principales síntomas es dolor de espalda por la noche. Dado que el quiste aneurismático es un tumor benigno, el tratamiento de la columna vertebral nunca debe ser demasiado invasivo, en la actualidad se encuentran disponibles y han mostrado su eficacia numerosas técnicas mínimamente invasivas.
- Tumor de células gigantes: Poco común y muy agresivo, se caracteriza por la fractura ósea, así como un déficit neurológico. Se presentan más comúnmente en la columna sacra y en el área anterior. Se presenta con mayor frecuencia en mujeres de entre los 30 y los 40 años de edad.
- Hemangioma: Muy común en la región dorsal, se caracteriza por presentar pocos síntomas. Sin embargo, uno de los más comunes es que afecta mayormente a mujeres de entre 30 y 40 años de edad. Es en la mayoría de los casos benigno y no causa mayores problemas.
- Osteoma osteroide: Este tipo es relativamente común, especialmente en varones de entre 20 y 40 años. Usualmente, se encuentra en el área posterior de la columna lumbar. Este tipo de tumor muchas veces ocasiona deformidades en la columna.
- Osteoblastoma: Se trata de un tumor benigno que consta de tejido óseo mal formado y tejido fibroso. Similar al osteoma osteroide, pero más grandes, más agresivos y afortunadamente menos comunes. Tienden a afectar con mayor frecuencia a los hombres que a las mujeres y aparece después de los 40 años de edad.
El dolor de espalda es un síntoma temprano frecuente de los tumores medulares cancerosos y no cancerosos, dicho dolor también se puede extender más allá de la espalda hacia las caderas, las piernas, los pies o los brazos. Los tumores espinales avanzan a diferentes ritmos y en general, los tumores espinales cancerosos crecen más rápido, mientras que los no cancerosos tienden a crecer muy lentamente.
Tratamiento
El objetivo principal del tratamiento de un tumor vertebral es eliminar el tumor por completo; sin embargo, esto se puede complicar por el riesgo de un daño permanente a la médula espinal o a los nervios cercanos, muchos de los tumores vertebrales se pueden descubrir antes de producir síntomas, por lo general cuando están siendo evaluados por otra enfermedad. Cuando son pequeños, no son cancerosos, no crecen, ni ejercen presión sobre tejidos cercanos, solo bastará con la supervisión, de lo contrario, los medicamentos, la radiocirugía o la quimioterapia se pueden considerar dependiendo del caso.
En la Columna Vertebral, sabemos que existen técnicas mínimamente invasivas para la resección de dichos tumores a través de accesos tubulares, limitando al máximo la lesión de hueso o estructuras blandas como músculos y ligamentos, de esta manera evitamos la colocación de implantes como tratamiento para la columna vertebral. Estamos a sus órdenes para una evaluación personalizada, que les permita mejorar su calidad de vida.